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Es la práctica de evaluar, diagnosticar y cuidar a los pacientes de forma remota cuando el médico y el paciente no están físicamente presentes entre sí. La tecnología moderna nos ha permitido brindar soluciones médicas mediante el uso de herramientas de videoconferencia.
Más del 70% de las consultas médicas son tratables a distancia, los pacientes que tienen conexión a internet y una computadora con cámara ya no tienen que ir al consultorio del médico.
Esta metodología no es experimental, estos servicios nacen hace muchos años atrás, los continuos avances en tecnología e innovación en el cuidado de la salud han ampliado enormemente su usabilidad.
Las personas con acceso limitado, las poblaciones de edad avanzada, los padres que trabajan y los pacientes que son menos ambulatorios durante la recuperación postoperatoria se benefician de ser atendidos por un médico sin tener que viajar al consultorio.
¿Cómo la telemedicina beneficia a los médicos?
Una cita de telemedicina es muy similar a lo que sucedería en persona. Los pacientes tienen un horario programado para agendar su cita, se genera un enlace por correo electrónico que los lleva al registro por computadora, cuando el médico está listo para ver a un paciente activa la video consulta, ambas partes se conectan por videoconferencia para que puedan verse, el doctor tiene opción de guardar un comentario privado, compartido y generar receta médica.
La telemedicina no existe para reemplazar la atención médica tradicional. En cambio, está aquí para mejorarlo. Debido a que puede obtener acceso a su profesional de la salud desde cualquier lugar, esto le brinda la oportunidad de establecer una relación personal. Ahora es cuestión de tiempo que el sistema de atención médica, el grupo médico, los proveedores e incluso el profesional en solitario integren la telemedicina como parte de su oferta de servicios médicos.
